Hoy, en nuestra sección irregular de «La importancia de…» os traemos, ¡EL DESAYUNO!
¿Por qué es necesario y beneficioso un buen desayuno?
-Mantiene un estado nutricional correcto. Si no desayunas o no lo haces adecuadamente, es difícil que completes los requerimientos de energía, calcio y otros elementos nutritivos en las demás comidas. Un buen desayuno contribuye significativamente al consumo diario de vitaminas y minerales. Si incluyes pan o cereales integrales en el desayuno, el consumo de grasa durante el día suele ser menor.
-Mejora el rendimiento intelectual y físico. Si suprimes el desayuno, pones en marcha una serie de cambios en tu organismo, debido a que no has comido durante la noche y tu cuerpo necesita combustible para tener energía. Esos cambios alteran la conducta e influyen de modo negativo en el rendimiento físico e intelectual. El empezar el día con un desayuno saludable ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a que te enfoques y a tu rendimiento.
-Ayuda a bajar de peso o a controlarlo. Al mantener tu estómago lleno hasta la próxima comida, evita que comas de más. Además, no te tienta a “picar” rosquillas, dulces, refrescos o golosinas de cualquier tipo, que siempre aportan calorías extra.
-Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol. Eso se debe al contenido de fibra de los cereales integrales y las frutas.
¿En qué consiste un desayuno sano y equilibrado?
-Pan o cereales, de preferencia integrales. Además de la fibra que contienen, le proporcionan al cuerpo carbohidratos, que aportan energía, vitaminas y minerales.
-Productos lácteos. Como leche o yogur (de preferencia bajos en grasa o desgrasados), que contienen proteínas, calcio y vitaminas.
-Frutas o jugo de frutas. Le aportan al cuerpo carbohidratos, agua, vitaminas y minerales. La fruta en sí y el jugo con pulpa también aportan fibra.
-Otros productos. Puedes incluir una bebida estimulante, como café o té; productos derivados de la carne, como el jamón en muy pequeñas cantidades, o huevos (puedes elegir comer las claras únicamente si deseas) que contienen las proteínas que construyen los tejidos y las células; también puedes incluir en pequeñas cantidades queso (bajo en grasa o desgrasado), mantequilla o margarina.
Es importante revisar los hábitos, reflexionar sobre el tema y valorar qué alimentos sanos y naturales queremos o podemos incorporar a nuestra dieta de manera cotidiana. Lo ideal sería levantarse y en ayunas alternar un tiempo tomando una cucharada de aceite virgen extra, muy recomendable por ser una fuente de energía de alta calidad por su contenido en ácido oleico. Asimismo, los aceite virgenes extra son una fuente de antioxidantes naturales (polifenoles) siendo un producto ideal para comenzar el día para reparar la flora intestinal. También durante un tiempo prudencial de dos meses y durante diez días combinar agua tibia con medio limón exprimido. Si se desea también se pudiera utilizar algunos días bicarbonato sódico, una cucharada rasa de postre con agua con limón para alcalanizar pero con mucha precaución porque su exceso produce hipernatremia, retención de líquidos y hasta una excesiva alcalosis metabólica.. Mezclar avena con bebida vegetal previamente calentada sin hervir formando una papilla, y añadir pasas y pistachos con algo de miel y canela para endulzar.
Es sumamente interesante comenzar el día con el consumo de alguna fruta o zumo de la misma, intentando no mezclar las diferentes familias que existen. Además de no mezclarlas con el resto del desayuno, se debe tomar con una diferencia mínima de 10 minutos y luego desayunar.
Si te fijas en los diferentes tipos no existe la combinación de proteínas animales con hidratos de carbono, ya que dificultan la digestión y tienden a sobrecargar el buen funcionamiento del hígado e intestinos. Alimentos de origen animal funcionan mejor en tu organismo si los mezclas con ensaladas y/o verduras. Por ejemplo; si consumes queso tierno, mejor trocear tomate o alguna mermelada y untarlo y consumirlo solo sin el pan, luego o antes puedes consumir el pan, solo se trata de no mezclarlos al masticar estas dos familias; alimentos de origen animal e hidratos de carbono; igual ocurre con unos huevos revueltos o pasados por agua, tómalos solos o con vegetales y luego o antes ingieres el resto de alimentos.
Realizar estos cambios o ajustes en nuestro estilo de vida puede no ser sencillo, y por lo general nos lleva tiempo adaptarnos, por lo que debes de ser paciente e ir realizando los cambios de forma paulatina.
Y, recuerden, “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.”
Fuentes:
www.vidaysalud.com/diario/dieta-y-nutricion/la-importancia-de-desayunar/
http://bichillorunner.com/entrenamientos/nutricion-deportiva/consejos-para-un-desayuno-saludable.html